jueves

Eso es todo, mis vicios

No he escrito nada en un par de semanas, ¿esto cuenta ya como bloqueo?

Les contare de mis vicios, que no son muchos, pero soy muy apasionado con ellos.

El primero es (si, adivinaron) escribir, vale aclarar que mal-nombro vicio a aquello que hago pero que no estoy obligado a hacer, pero sin lo cual las cosas serian simplemente aburridas.
Como les decía, escribir es para mi una practica cotidiana, porque sépanlo, este blog solo contiene la décima parte de todo lo que escribo. Algo son poemas de un par de renglones en la esquina de una mesa, otros son cuentos al final de libretas, alguno mas es novela incompleta en una libreta, y el resto son ejercicios creativos en facebook, tuiter o algún otro lugar.
Empecé a escribir (en forma) a los 12 años, tengo una libreta llena de tonterías y sueños; mis ideas a esa edad eran mejores que las de ahora, de esa libreta saco muchas cosillas que empiezo a pulir y a pulir. Recuerdo que mi papá me regalo un cuaderno con poemas que el había escrito cuando fue militar, ese fue el detonante, a partir de entonces comencé, tome también una libreta y escribía de todo, frases, poemas y demás.
con el tiempo, esa libreta se lleno de letras, y otra, y otras.
Es cierto que escribir es solo un hobby, pero cuanto lo disfruto.

El segundo es la actuación.
Y  es difícil describir lo que siento por ella, pues para mi actuar no se limita a subir a un escenario, lo hago siempre, en cada aspecto de mi vida,y es interesante darme cuenta de que me comporto de formas drásticamente distintas dependiendo de la situación, e incluso de las personas. A veces soy espontaneo (tal vez demasiado) y otras soy cohibido y tímido. He aprendido que la gente reacciona a la forma en la que te comportas, en algunas situaciones es mejor ser amable para conseguir un favor y en otras es mejor lucir molesto, e incluso indiferente.

Empece a hacer teatro de niño, un par de obras escolares: nada importante.
El cambio ocurrió a los 14 años, a mi escuela llego un maestro de teatro, al principio, lucia como cualquier otro, no esperaba que tuviera trascendencia.
Pero empezamos a hacer presentaciones, no siempre obras, a veces poemas, a veces cuentos, a veces pastorelas; y paso el año, y montamos una obra final. Y pareció el fin, dejo de ser mi maestro y seguí con mis estudios. Pero al voltear un poco atrás, y al verme al espejo, me di cuenta del radical cambio que había sufrido, era desinhibido y seguro de mi mismo, confiado y dejo de importarme lo que pensaran los demás.  Me quede solo con los amigos a los que apreciaba, ya no a esos de las fiestas, los que siempre tenían algo que hacer y que solo hablaban de estupideces.

Me encanta el teatro por todo lo que desarrollo en mi, porque saco una parte que no conocía, y que me encanta.

Desde entonces he montado algunas obras, algunos shows y otras cosas muy raras. Y aunque a veces no ha salido como está planeado, no me arrepiento de nada.

Eso es todo, mis vicios y sus historias (a medias). Tal vez luego les escriba unos detalles mas.

Mi ya habitual comentario post-conclusion: Se que no soy escritor, y se que me falta mucho para ser actor, pero amo ambas cosas y dudo encontrar algo por lo que me apasione tanto.

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