lunes

Todo y más.


No sé decirte como comenzó todo, como llegamos hasta aquí.
Y apuesto a que tú tampoco, el camino que hemos recorrido parece sacado de una película, o escrito por un pseudo-escritor una tarde de abril.

Ahora estás aquí, dormida en mi pecho, con tus hermosos ojos cerrados, soñando, tal vez, con tu viaje de nuevo;  estás tan tranquila, tan simple, tan bella como siempre.
Solo atino a ver tu cara, a imaginarme una de las sonrisas con las que le das cuerda a mi mundo; paso mis dedos entre tu cabello, lentamente, acaricio tus pómulos, tus párpados, tu boca; paso mi mano por tu hombro y te mueves ligeramente, bajo hasta tu cintura y ahí me detengo, no es el momento.
Empiezo a pensar en aquel primer café, en tu primera sonrisa, en la primera vez que me perdí en tus ojos; Empiezo a recordar todas nuestras aventuras, nuestras alegrías, nuestros problemas y peleas, recuerdo tambien todas las veces que me has enseñado a bailar estando sobre mis pies,  y todas que he escrito cuentos enteros sobre tu espalda con la yema de mis dedos.
Recuerdo cada vez que hemos caminado por un parque durante la noche, cada ocasión en la que me has tenido despierto toda la madrugada, y las mañanas en las que exaltada tomabas mi mano para que te acompañara a ver el amanecer, recuerdo las llamadas de "Te amo" y nada más, a la mitad de un sueño.
Me acuerdo de todo lo que hemos vivido juntos, y me acordaré de todo lo que nos queda por vivir.

Y es que eres todo mi mundo; y más. 
Eres todo, y más.

viernes

Recuerdos y sabidurias.

Recuerdo los amaneceres de tu mano, caminando por alguna playa, en la que habíamos despertado después de  usar los rayos de la luna como sábana. Recuerdo los atardeceres con sabor a tus besos, y tus besos con sabor a noche. Recuerdo sentir tu cuerpo estremecerse entre mis brazos tantas veces, que me parece imposible que hoy no estés aquí. Recuerdo los amaneceres en ti. Recuerdo que no me dejabas dormir. Recuerdo que a tu lado el mundo no importaba.Recuerdo buscar tu sonrisa frente a la mía cuando con nuestros labios creábamos un nuevo mundo

Un nuevo mundo, no sé si es este o lo fue aquel.

No sé si las calles por las que ahora camino desolado y en caos, son las mismas por las que ayer corría tomado a tus vestidos. No sé si los vestidos con flores las tenían marchitas cuando tú los usabas. No recuerdo si las sonrisas ya eran hipócritas cuando se dibujaban en tu cara. No recuerdo si el teléfono traía ya malas noticias cuando estabas tú del otro lado; o si el mar se vestía de miedo cuando lo usábamos de fondo para nuestro desborde de pasiones. No sé si la luna era el espejo de mi infelicidad, o si ya venia acompañada por la noche.

La noche, que hace inmenso mi pesar, que ahora sirve solo para pensarte, para saber que no estás aquí, y para dudar si el mundo era así cuando estabas dentro de mi.

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