La vida actualmente se limita exclusivamente a seguir un
protocolo, a caminar por un sendero trazado por nadie, un sendero que pareciera
no estar bien delimitado, que parece borroso y austero, pero que al fin y al
cabo está, y todos lo tomamos, algunos más rápido que otros, algunos caminan
por el centro y otros por las orillas. Pero todos conocemos solo una forma de
vivir, y no nos damos cuenta.
Me he encontrado con personas que creen que ellos forjan
su propio camino, que creen que son libres y que deciden que hacer con su vida;
y no se dan cuenta de que la libertad no existe, no decides que hacer con tu
cuerpo o con tu mente: ambos están limitados por las leyes naturales o por la
educación (no puedes pensar en algo que no sabes que existe, todas las ideas
son implantadas).
La vida se trata de familia, educación, trabajo, dinero,
bienes materiales, arte, filosofía, ciencia, religión, política, convivencia,
relaciones interpersonales, curiosiblablablá. Estamos limitados por lo que se
ha hecho, porque no conocemos nada más.
La mayoría de la gente se limita a vivir el día a día,
sin pensar en lo que hace, sin pensar que está caminando por ese sendero que
nadie trazo, que siempre ha estado allí: trabajan, ganan dinero, sacian sus
necesidades y deseos ó expresan su creatividad. Pocos se preguntan que es lo
que realmente están haciendo, si lo que hacen es lo que quieren hacer, o es lo que eligieron hacer entre la lista que
les dieron
Y tratando de re-enfocarme en el tema:
Si la vida solo se limita a la lista de cosas entre las
que podemos elegir, tal vez sería conveniente limitarse a pensar que existe un
balance entre la forma en la que nos dijeron que funcionaba el mundo, y la
forma en la que funciona el mundo; sin preguntarse que pasaría si subiéramos al
siguiente escalón, si nos cuestionáramos acerca del motivo en la vida, y si de
verdad podremos elegir nuestro rumbo.
Oye, qué honor que menciones mi blog como inspiración, muchas gracias. Escribes bello. Un besote :*
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